1.- Arranged

He heredado el prometido de mi hermana. Ella lo tuvo primero.
Alessio Salvatore. Encantador, precioso y completamente fuera de los límites. Lo vi proponerse y me consideré afortunada cuando mi hermana dijo ‘sí’ al famoso gángster.
Tengo planes para mi vida. Ninguno de ellos implica dormir con el enemigo, aunque sea para negociar la paz entre nuestras familias. Pero cuando mi hermana muere misteriosamente, mi vida se pone patas arriba.
Ahora soy la heredera de los bienes de mi padre, y sin un matrimonio arreglado, nuestras familias están al borde de la guerra. Hasta que mi padre le haga a Alessio una oferta que no pueda rechazar. A mí.
****
Necesito que Mia entienda tres cosas: nos vamos a casar en un mes, exijo lealtad y quiero niños. Ahora.
No tengo un reloj biológico, pero tengo necesidades. Algo que mi prometida fuera de control tiene que entender porque siempre obtengo lo que quiero, y la he deseado desde el principio.
La bella joven me desarmó con una sonrisa, pero estaba destinado a acompañar a su hermana por el pasillo. Una relación con Mia hubiera sido imperdonable. Ella era persona-no-grata para siempre hasta que su padre me dio su mano en matrimonio.
¿Como podría decir que no? Pero discutir con la hija del jefe es más problemático de lo que pensaba. Cuando no está luchando contra sus sentimientos, está luchando contra mí.
No importa que tengamos más química que dinamita. O que juntos seamos perfectos. O que nos casaremos en unas pocas semanas. Ella me odia. Demasiado.
Pero tendrá que acostumbrarse a mí.
2.- Taken

Me colé en la fiesta de un jefe de la mafia.
Ahora soy su esposa.
No se suponía que esto fuera a pasar. Entré en la casa de Michael Costa con un plan sencillo: suplicar por la vida de mi padre y salir de allí con vida.
En lugar de eso, acabé en su dormitorio, entre sus brazos... y completamente fuera de control.
No quería mi dinero. Me quería a mí. No por una noche. Para siempre. Michael Costa es rico, despiadado... y completamente desequilibrado.
Un padre soltero con una sonrisa letal, mano de hierro y una promesa que suena más a amenaza: Sé mi esposa. Sé su madre. Sé mía. Pero esto no es una historia de amor.
Es una guerra.
Y no sé si soy la prisionera... o el arma.
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