1-. Red River Love
June Farley.
Hace años, abandoné Merryville huyendo para proteger mi dignidad y mi corazón destrozado. Ahogué mis penas en el trabajo hasta convertirme en la diseñadora de interiores con más éxito de Nueva York. Hoy, he vuelto para encontrarme con el hombre al que nunca quise volver a ver.
John Key.
Aparece una oferta de trabajo que no puedo rechazar. Lo odio por ver lo más profundo de mi como si fuera transparente. Lo odio por ser irresistible. Lo odio más por el hecho de que aún lo amo. Y le odio por descubrir, paso por paso, por qué estoy aquí.
John Key.
Hace años, el amor de mi vida se mudó a Nueva York y se llevó mi vida con ella. Hoy está de vuelta en Texas, y aún tiene mi corazón. Actúa como si me odiara.
Pero hace tiempo que se ver tras de su fachada. Todavía me encuentra irresistible. Todavía me ama. Ella es mía. Lo sé a ciencia cierta. Y voy a asegurarme de que ella también lo sepa.
2-. Red River Pasión
Clay.
Elena no solo es descarada y maleducada, sino que también despierta en mí sentimientos que sería mejor que no conociera. La he advertido, pero no quiere escuchar. Por todo lo que es sagrado, ¡una mirada provocativa más y la pondré sobre mis rodillas! En realidad, me mudé a Merryville para encontrar paz, pero no contaba con Elena Key.
Elli.
Hay tres cosas en las que se puede confiar. Los gatos siempre caen de pie, en Merryville nunca nieva ni siquiera en invierno y yo nunca he perdido una discusión acalorada.
Al menos hasta que Clay Kennedy, la leyenda del rodeo, aparece en Merryville y me deja sin palabras.
Es un témpano de hielo frío y arrogante, sin duda, pero el brillo sombrío en sus ojos es tan atractivo que ignoro todas sus advertencias y acepto una oferta que tal vez no sea buena para mí.
En realidad, Elli Key tiene las manos llenas con su participación en la Wild Horse Competition , pero cuando Clay Kennedy aparece de repente, todos sus pensamientos giran en torno al taciturno vaquero de mirada sombría.
Elli y Clay chocan en su primer encuentro, y entre ellos salta la chispa de inmediato. De hecho, salta tanto que ninguno de los dos quiere admitir que las chispas voladoras han encendido algo incontrolable.
Hasta que Clay se da cuenta de que Elli se mete en problemas más a menudo de lo que le conviene, y no ve otra salida que protegerla él mismo.
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